Buen lugar.
Siempre lleno, con varios grupos que reflejan un mediodia entre compañeros de trabajo. Bullicioso.
Moz@s bien entrenados, intercomunicados y a paso veloz.
Lo que pida de parrilla viene a la mesa en el punto requerido.
Buena variedad aunque faltan morcillas.
El resto de los platos tambien sabrosos y variados, incluso sencillos puré de calabaza o papa, verduras grilladas, ensaladas, etc. Pan calentito, trozos de focaccia o pan genovés. Postres poca variedad pero sabrosos, buen café.
El precio del medio para arriba.
Muy conforme.
Visita obligada por cortesía hacia unos amigos. Nos invitaron un sábado de noche. De entrada un cuida coches nos hace señas para estacionar en el retiro de un edificio en la esquina. Hacia allí fuimos. Nos pidió dinero de entrada. Confesó usar un chaleco de la IMM "alquilado" a otro cuida. Adentro mucho ruido, no se podía hablar, la parrilla con carne vieja o asada varias veces. Con algo adherido indescriptible. Nuestros amigos ni levantaban la cabeza. Pagamos y fuimos s otro local. Peor, super caro. Una milanesa al precio de dos kilos de pulpa. Nos fuimos a tomar um helado a García en Millán. Sorpresa uno de los autos con el vidrio roto y faltaban cosas. El cuida desaparecido. Le preguntamos a una señora que entraba al edificio y nos dijo que era rutina que la gente estacionara ahí pensando que hay un sereno y no es así. Comentó que roban autos 3 o 4 veces por semana y continuamente vidrios rotos en la calle. Nos dijo que con tanta concurrencia es un suministro constante de cosas para los ladrones y motochorros.
Rodelu Prado. Debut: Fuimos un medio día entre semana 5 comensales, de los cuáles 3 son extranjeros que visitaban nuestra empresa. Querían probar faina. Un asco, fría, difícil de cortar, vieja. Sobre una piedra ?? La moza esmerada pero servicio lento muy lento. No tenían bebida cola fría, estaba natural y ofreció hielo. Temperatura en la calle 34 grados. La cajera con el celular de continuo y cara de pocos amigos. No eran pedidos pues no se vio ningún delivery. La pizza también fría y la muzza seca. En todo el local dos mesas ocupadas. Estuvimos dos horas y no entro nadie. No ofreció postre. Café frío totalmente. Pésima experiencia pues además nos mataron con el precio, carisimo. Siempre vamos a Don Andrés (espectacular), seguiremos yendo. Si no, hay otra pizzería a una cuadra. Se pueden imaginar que nos sentimos muy avergonzados con esta triste experiencia. Sin dudas va al muere. En esa esquina nada anduvo bien. Por lo visto sigue igual sin patrones que controlen y se preocupen. Una lastima.
caro, la comida es lo mismo que en cualquier otro lado, nada espectacular. Mucha montonera de gente. Hemos observado a proveedores entrar con alimentos en la mano y con ropa particular bajar de coches no identificados con registro bromatologico. Esto no me da seguridad. El olor ademas, se lo lleva puesto en la ropa.
Al regresar e ir en busqueda del coche, los cuida coches son groseros y mangueadores insistentes. Mi hija estuvo en otra oportunidad de festejo por sus estudios y se sintieron intimidadas por los cuida.
No lo recomiendo, para nada.
Domingo al mediodía con reserva a las 12.30.
Nadie nos recibe, nos dirigimos al mostrador donde, luego de anunciarnos, nos solicita que esperemos. Por su puesto de pie. Llega un joven que nos conduce a un semipiso con un reloj en la pared que cuyas agujas retroceden. Nos deja una carta y nos indica que otra persona nos va a atender. Que disculpáramos pero a la noche anterior habían estado de show y se quedaron hasta tarde acomodando las cosas. Pasa el tiempo nos entregan la carta y al rato vuelve una amable chica... Mi señora pide lo suyo y a mi me gustó la idea del pulpo que estaba destacado en la carta. Pues no hay, pido otro plato y tampoco. Le sugerí que quitaran lo ausente de la carta para no generar saliva por gusto. Me contestó que no era la encargada. Bueno creo que es suficiente, amén de toda la descripción del nombre del plato y cuantas amantes tenía dicha persona. Por nuestra parte, no gracias. El precio abusivo por la espera y los "no tengo / no me queda".
La atención de Mabel y Ruben como siempre espectacular. La parrilla tiene su mérito como siempre. Pero la avalancha de gente y trabajo hace que se repitan errores que es una lástima sucedan. Nos pasó dos veces éste mes. Los chorizos llegan un poco maltrechos, morcillas directamente no se puede pedir y el pollo re seco. Como dije, la simpatía y amabailidad de su gente soluciona enseguida. Reemplaza inmediatamente las piezas de carne que no son apetecibles. Pero deben cuidarse de que éstas situaciones sean eventuales y no se convierta en una caída permanente en la calidad de la elaboración. Precios accesibles.
Mozos atentos y dispuestos a atenderlo bien. La carne llega a la mesa en el punto que uno la pide, las porciones son normales y las guarniciones son las típicas. Siempre está lleno de comensales lo que hace a la rotación y a lo fresco de los ingredientes. Una parrilla de barrio muy completa con precios normales. No se puede pedir mas. porque no es necesario.
Almuerzo de entre semana con mi esposa a eso de las 13.30, Amable atención de un cuidacoches en la vereda de enfrente. Local lleno hasta la puerta con gran diversidad de edades. De niños a abuelos. Una variedad interesante de carnes y menudencias. El personal que atiende las mesas impecable, atento a la jugada y atenta en la atención. Carne y pollo tal cual lo pedimos. Pure solicitado rústico, tal cual. Papas fritas mas o menos, no destacan. Postres normales. Repito que las carnes muy buenas. Precios razonables. La señora que nos atendió, hiperactiva. Bárbaro.
Celebrando nuestro aniversario de bodas fuimos con mis hijos y un matrimonio amigo. Concurrimos a insistencia nuestra dado mi experiencia anterior. Los mozo/as esmerados, serviciales y correctos, muy agradable atención. Peidmos una entrada y parrilleritos surtidos. Carne ni fu ni fa, papas al plomo podridas, si realmente podrida. Cuando se desenvolvió el olor era nauseabundo. Menos mal que no nos acompañaban niños en la mesa. Ni siquiera revisaron lo que les sobró de otros servicios, vaya a saber hace cuantos días. Si la papa estaba así no sabemos el resto de donde ni de cuando provenía. Le doy dos estrellas para los mozos que viven de su trabajo, solo por ellos.
Hace poco, entre semana y a eso de las 14.00 hs llegamos con mi yerno a almorzar. Poca gente, pero se destacaron. Pulpón a la parrilla jugoso, bien hecho y calentito, morcillas en su punto, ensalada surtida y fresca, papas fritas bien hechas, crocantes y sequitas. También se pidió una ensalada César muy bien despachada. El precio ronda los 400 - 450 $ por persona con las bebidas. La moza atenta, simpática y con conocimiento de lo que se ofrecía. Nos consultó si la factura la queríamos con RUT, un detalle que si nos olvidamos hay que hacerla de vuelta. Me gustó para volver y así lo haré.
Ayer domingo fuimos a almorzar con mi esposa e hijos. Como siempre con reserva ya que el lugar está siempre lleno. Creo que eso lo dice todo. Desde esl señor que cuida los coches hasta el personal que atiende las mesas cada vez más esmerado y atento. La comida es muy buena, raciones generosas y precio adecuado a la comida y el servicio que brindan. Las atenciones de siempre y el pan adictivo. Algo curioso que a pesar de la cercanía de la cocina y la parrilla no hay invasión de olores. Muy buen sistema de extracción. Hoy quiero otorgarle una estrella más pero para el patrón, ya que ante la ausencia de un par de funcionarios en la elaboración Don Álvaro no tuvo reparos en ponerse el delantal y llevar adelante el menú en tiempo y forma.
Días atrás entre semana, junto a uno de mis hijos y un amigo, llevamos a una pareja de ciudadanos franceses que vinieron a invertir en Uruguay a conocer éste famoso lugar. Luego de recorrer una pequeña parte del establecimiento decidieron almorzar. Horror. Entre vahos de aceite inmundo flotando en al aire nos dirigimos a unas pequeñas construcciones donde servían alguna bebida y un pobre menú. Pensamos en variedad para que conocieran. Compramos y nos dirigimos a las mesas. Hubo que pedir servilletas y nos trajeron un "manojo" no servilletero, se solicitaron adherezos y nos trajeron unos viejos envases de mayonesa y Ketchupo deteriorados y con las etiquetas rotas (viejazos). Paso a describir ... El famoso chorizo al pan requemado, seco y mal sabor. Un par de milanesas que luego de escurridas hubieran dado material suficiente para hacer papas fritas. Las papas oscuras, arrugadas, y con sabor a "AMALIE". Un chivito con un mini churrasquito quemado reseco y viejo. Lamentable. Felizmente nadie se enfermó. Pero se destacó la educacion de nuestros invitados que frecuentemente hacían a un lado cosas que iban apareciendo en el plato sin saber que eran. Quizás restos de frituras añejas. A propósito los platos ya cumplieron su vida útil. Solicitamos más servilletas y la moza las tomó de otra mesa con comensales. Cuando probaron los famosos crépes, la dama que nos acompañaba murmuró en voz baja..,"cualquier ama de casa francesa los hace mejor". La bebida bien pero las latitas sucias. Por último debo decir que los baños estaban limpios pero mojados y patinosos, aunque los enseres deshechos. Un pase en unos vagoncitos tirados por un tractor, $ 150.00 por persona. El precio total de la visita no me animo ni a mencionarlo y el comentario final de nuestros invitados franceses...tampoco.
Empiezo con los mozos/as que son de destacar, siempre bien , atentos y sonrientes. Serviciales y con gran apoyo entre ellos. Interactúan y se complementan magnificamente. Los chipirones en su punto (que no es fácil), el pescado a la plancha súper. Un buen lugar para comer pescado bien hecho, que es difícil hacer en casa. Mi esposa disfrutó de pollo "Parisien" ... de novela. Mis hijos atacaron las pastas rellenas. Al dente y buen relleno. En el caso de los Sorrentinos Capresse, al cortarlos despliegan un aroma a albahaca fresca estupendo que invitan a deleitarlos. Luego Rotollo di Pasta de Espinaca muy buenos. Dijera mi hijo ...lástima que las rueditas no son un poquito más gruesitas... Ahora algo más que interesante: El propietario Sr. Alvaro, cada tanto se daba una vuelta por algunas mesas e intercambiaba algunas palabras con los comensales. Sin interrumpir, con buen tino en el lapso de espera a los postres. Un gesto de calidez que valoramos y agradecemos. Felicidades.! Me olvidaba, que rico café.
Atención telefónica y personal, impecable. La parrilla muy buena y en su justo punto (de acuerdo al gusto). Las pizzas impecables, el fainá a la antigua...muy bueno. La figaza se luce. Destaco la ensalada completa, muy bien equilibrada. Es más, la he pedido por envío y llega tal cual la hicieron. En los envíos tienen la delicadeza de no amontonar cosas frías y calientes, si no que las ubican por separado. Los envíos rondan en los 20-25 minutos, creo que es más que aceptable y los muchachos muy correctos. Por último nos gustaría que dispusieran de algún postrecito más, detalle muy apreciado por las damas de la casa. En cuanto a el precio, normal. Vale la pena.
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